Ander Valverde -sinfín de rastas, metro sesenta, torrente de energía y la voz de Green Valley- nos recibió horas antes de confirmar el sold out en Murcia. Con la voz mucho más ronca que encima del escenario y aún muy tranquilo, el letrista de Green Valley se sentó conmigo en la única mesa de la Garaje Beat Club el pasado 19 de febrero para hablar del paso del tiempo, de «Hijos de la Tierra», de «Ahora» y, sobre todo, de una banda de música que hace 12 años echaba a andar y ahora ya recorre el mundo.
¿Pasan rápidos los 12 años que lleva ya a sus espaldas Green Valley?
Sí, la verdad que la vida pasa rápida, encima si haces algo como es la música que nos gusta desde siempre pues pasa con más rapidez, pero cada momento se valora y se aprecia, estamos súper encantados.
¿Algún momento clave de todo este tiempo?
Momentos muchísimos, pero dividiéndolos en discos, “Hijos de la Tierra” ha sido un poco el punto de inflexión que nos ha llevado ya a Sudamérica y a tocar en más sitios de España, que parece que estamos siempre entre País Vasco y Cataluña y nos ha abierto un poco el prisma. Es el disco que más guapo ha estado.
¿Hay algún sitio que os falte por visitar o que le tengáis especial interés?
Pues, no venimos mucho por el sur, la verdad, y nos jode. La gente nos pregunta “Ey, ¿por qué no venís al sur?” y nos jode porque parece que no queremos ir, pero lo estamos deseando. Y Galicia, también nos queda pendiente. Luego bueno, todos los países que se pueda.
Hace prácticamente un año estabais aquí con la sala a reventar, la aceptación en Murcia bien, ¿no?
La verdad es que antes de venir el año pasado ya había mucho feedback en las redes sociales y había que venir. La gente es ahí muy persistente y muy fanática, en el buen sentido, claro. Y bueno, un año después volvemos y parece que no quedan entradas y nosotros encantados. Hay muchas ciudades que se nota por las redes que hay feedback, pero Murcia es una de las que se nota fuerte la vaina.
Se os vio con Piezas en las fiestas de Sants 2014 en directo y a Kaze lo subisteis al escenario en Murcia el año pasado. ¿Hay buena relación con la música murciana?
Sí, claro. Murciana y en general. En la península y en las islas siempre hay muy buen rollo con todo el mundo. De Madrid, del País Vasco… A nada que te cruzas con alguien un par de veces ya te haces colega y al final somos compañeros de camino. Con Piezas nos hemos pegado un par de fiestas por Barcelona, siempre intentamos juntarnos. Le he mandado un Whatsapp hoy para ver si se acercaba, pero está en Sevilla porque tiene bolo. Hay muy buena gente por aquí.
En la biografía de Green Valley en vuestra web aparece Piezas como colaboración de “Hijos de la Tierra” ¿Está muy escondido o se quedó algo pendiente?
Hubo una filtración o algo raro. Nosotros no llegamos a decir nunca lo de Piezas. No sé por dónde apareció la noticia de que salía Piezas, se trataría de algún error. Nosotros no llegamos a decirlo nunca, de hecho, tenemos colaboraciones ahí escondidicas de las que no decimos nada hasta que no salen porque no se puede hablar más de la cuenta. Siempre hemos dicho que tenemos que hacer un tema juntos, pero seguimos esperando que llegue el momento.
Cuando salió el disco, asegurabais que el objetivo era tocar en la mayor cantidad de escenarios posibles. ¿Objetivo cumplido? ¿Contentos?
Sí, muy contentos. Ha sido el disco que nos ha impulsado un poco hacia arriba. Llevamos 12 años y los principios fueron duros. La gente se piensa que nosotros hemos empezado hace cuatro años con esto, pero hace ocho años estábamos tocando gratis y haciendo kilómetros como perros para tocar gratis porque queríamos tocar, durmiendo en cartones. Los inicios siempre son duros y para nosotros lo fueron. Este disco nos ha devuelto todo ese trabajo que hemos hecho anteriormente. Súper agradecidos, claro.
¿Cómo se lleva un fin de gira de un disco que ha sido tan importante para vosotros?
Con cierta melancolía, pero a la vez cierta alegría porque tenemos el nuevo disco (“Ahora”) ahí preparado que sale el 31 de marzo. Es complicado porque estamos ensayando el show de despedida que es el que haremos hoy y a la vez preparando los temas nuevos y preparando el nuevo show, terminando de grabar… Tenemos un cacao de letras y acordes en la cabeza. Pero es la hostia porque terminamos la gira y ya sale el disco y empezamos a tener bolos otra vez. Esto es increíble, un sueño hecho realidad.
¿Qué se puede esperar de un concierto fin de gira de Green Valley?
Un repaso de nuestros cuatro discos hasta la fecha, sobre todo “Hijos de la Tierra”, pero siempre caen temas míticos de los discos anteriores y puede que caiga alguna sorpresa también del disco nuevo.
¿Alguna sorpresa?
Una a capellita, estamos intentando aguantar lo máximo posible, nos cuesta mogollón. Tenemos ganas de sacarlo ya porque hay mucha fuerza en las letras y en la música, pero hay que aguantar un poquito.
Del disco, ¿nos puedes comentar algo sobre las colaboraciones? ¿Cómo surgen?
Con Swan Fyahbowy llevamos mucho tiempo hablándolo ya, siempre era que no podía él o no podíamos nosotros y no se daba el momento adecuado. Al final este disco ha sido ese momento. Le dije “vente para aquí brother, vamos a grabar aquí” y se vino a Barcelona, pasamos unos días de clubs y al final se hizo el tema y estamos muy contentos. Con Morodo hemos hecho el viaje a Chile y Argentina con él. Hay muy buen rollo, curramos en la misma empresa, Mad91, empresa por llamarlo de algún modo. Es la misma oficina y hay buen rollo y siempre lo hemos hablado y lo mismo, se ha dado el caso ahora y había que aprovecharlo. Estuvimos en Chile y conocimos a Movimiento Original, de hecho, los conocimos en junio cuando estuvimos en un festival muy grande en Colombia, hubo muy buen rollo. Luego en Chile volvimos a coincidir en su ciudad, Santiago, y nos trataron muy bien. Es gente a la que admiramos y para nosotros es un honor. Luego está también Tiano Bless, Movimiento Original eran tres antes y se separaron y ahora se han quedado dos, digamos que uno de los miembros de M.O. se fue y entró Tiano Bless. Yo era fan de él desde hace tiempo porque tiene una energía buenísima. Ves sus vídeos y el tío está siempre sonriendo. Tiene una energía brutal y nos hacía ilusión que entrase. Luego Latifa en Colombia, no es una chica que sea muy conocida, pero es que soy fan de ella desde hace ya un año, he escuchado muchas cosas suyas y me ha gustado mucho, creo que tiene una proyección increíble. Tiene una voz y un soul brutal y quería una voz de una mujer y qué mejor que Latifa, que tiene un sentimiento increíble. Y Rapsusklei porque somos coleguillas y estamos todo el día juntos y al final tiene que entrar, por H o por B.
Varios nombres internacionales en el disco después de haber estado tocando en Sudamérica. ¿»Hijos de la Tierra» os ha asentado como “grupo internacional”?
Bueno, nunca se sabe. Vivimos el presente, por eso lo de “Ahora”. Tampoco estamos pensando si mañana vamos a poder tocar en no sé dónde o si se va a ampliar a Europa. Vamos viviendo el día a día. De hecho, tampoco tenemos mucho tiempo para pensar en mañana, porque siempre hay cosas que hacer, porque somos un grupo autoproducido: todo lo hacemos nosotros, las redes, el papeleo, el merchandising lo hacemos y enviamos nosotros. Hay mucho volumen de trabajo y día a día lo vamos haciendo y no hay tiempo de pensar en el futuro.
Internacional, bueno, de repente ves algo en el futuro como el Rototom que de repente aparece y ya estás pensando en agosto hay algo guapo… En julio volvemos a Colombia. Estamos en España y abriendo camino en Sudamérica poco a poco. Y súper agradecidos con todo el mundo, haciendo camino al andar.
¿Green Valley tiene que ser autoproducido o contempláis otras opciones?
Pues no lo sé, yo creo que todo es por algo y a la vez podía ser que con la ayuda externa hubiéramos hecho lo mismo, pero yo sigo pensando que todo es por algo. Al final cuando un grupo de personas se lo curra y está ahí trabajando día y noche, lo llamo trabajar pero para nosotros es algo precioso, estamos dedicando muchas horas a esto porque es lo que nos gusta y al final el trabajo trae sus frutos y yo creo que es por eso. Pero bueno, quizá si hubiera habido una ayuda externa…
Nos gusta hacerlo todo nosotros. Por ejemplo, el tema del merchandising podríamos externalizarlo y hacer que alguien lo llevara, pero nos gusta hacerlo nosotros y hacernos partícipes y conocer todo el trabajo que conlleva, más que apartarnos y que decir: “eso que lo haga él”. Lo hacemos nosotros, así vemos todo bien y estamos al tanto de todo día a día. Es nuestra forma de currar, hacemos todo lo que se pueda.
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