Fotografía por Sofía Navarro
Las preguntas que se hace todo el mundo que me ve sacar mi cámara lomográfica son: ¿es de juguete? No, no es de juguete. ¿Entonces qué es?, es una cámara lomográfica. ¿Una lomo que…?.
Los inicios de la lomografía se sitúan en San Petersburgo hacia los años 80, cuando el general Igor Petrowitsch Kornitzky y el camarada Michael Panfilowitsch Panfiloff deciden copiar el diseño de una mini cámara japonesa, una Cosina CX-1, con el fin de producirla en gran cantidad para distribuirla por todo el pueblo soviético. Las características particulares de esta cámara fotográfica compacta se encuentran en el objetivo, de una distancia focal de 32 mm, lo que supone un gran angular medio. La particularidad del objetivo consiste en su relativa diafragmaluminosidad que unida a las pequeñas dimensiones de la lente ofrece imágenes características. Durante los años 80 esta fue la típica cámara del pueblo soviético.
No fue hasta los años 90 cuando fue descubierta por unos estudiantes vieneses que aprovechaban sus vacaciones para visitar Checoslovaquia. Tras revelar los carretes, empezaron las sorpresas: fotos desenfocadas, luminosas, saturadas y frescas. Ese es precisamente el arte de esta fotografía, que no salgan como lo esperado porque siempre la sorpresa es mucho mayor. Yo todavía soy una aprendiz en este tipo de fotografía, pero estoy empezando a descubrirla aún más durante mi estancia en Madrid, donde he tenido la oportunidad de visitar las tiendas que son una auténtica pasada. Estanterías llenas de cámaras, de todos los colores y todos los tamaños. Pero, a la vez, es un tipo de fotografía que poca gente entiende hasta que la practica.
Fotografía por Irene Casares
Me preguntan por qué no hago esas mismas fotografías con una cámara digital, mi respuesta es que no tienen el mismo encanto. El encanto de la lomografía es la incertidumbre, el no saber qué va a salir de ahí, es una auténtica caja de sorpresas. Por eso, yo creo que la gente que la conoce coincide conmigo en que te sientes como un niño que abre un sobre de cromos cuando revelas un carrete, muchos nervios, emoción… Con la aparición de las cámaras digitales pienso que se ha infravalorado muchísimo la fotografía y corregidme si me equivoco. Antiguamente conservabas unas 30 fotos de tu cumpleaños o de alguna comida familiar, ahora tienes 300 de las cuales no te acuerdas ni de la mitad.
La filosofía de la lomografía es “no pienses, dispara”. Pero yo discrepo un poco de esa filosofía. El “no pienses, dispara” está bien para la fotografía digital pero aquí tienes que pensar muy bien que quieres capturar ya que no puedes eliminar. Esta filosofía la acerco más a retratar a través del objetivo las cosas cotidianas, algo que no se te ocurriría fotografiar con un móvil o con una cámara digital, así encontrarás la verdadera esencia de la lomografía.
1 Comment
Hola Laura!! Yo pienso que es lo mejor, estaba pensando en comprarme una camara lomo gráfica pero tengo dudas sobre dónde conseguir los carretes y donde hacerlos revelar podrías ayudarme?? Graciaas! Admiro mucho tu manera de ser diferente?