Jajajajaj es broma, no os pongáis nerviosos. Estoy sentado en el césped escuchando a Perro y siento un poco de rabia. Esto es debido a una serie de cosas: la primera, la chica de la que os hablé el año pasado está sufriendo una ansiedad terrible porque resulta que en este país de mierda una persona con una carrera, un máster y en plena realización de un doctorado, está tan lejos como siempre de conseguir un sueldo ya no con el que vivir, sino con el que malvivir; la segunda, con la preocupación de no poder salir del B-side una vez dentro, y la obligación como el no-periodista que soy de entrar desde el principio, me he bebido un montón de cervezas de golpe y estoy un poco mareado; la tercera y última, es el punk-rock-oletuscojones que Perro está regalándonos.
Suena algo potente y sucio en el B-Side. El discurso de Perro, además, no es el dulce discurso de Izal a los grupos pequeños, no es un “Murcia os quiero porque sois los mejores y todo eso, aplaudid”. No, Perro se ha despedido diciendo algo así como “Qué pasa Murcia, pasadlo bien y to eso, ¿no? Somos del Carmen”. Porque hay que desautomatizar. Esta palabra me la enseñó ella.
Estoy muy jodido y he empezado a cabrearme antes de Perro. Hoy he escuchado con atención a Viva Suecia por primera vez y me he cabreado bastante. No soy fan de Viva Suecia pero siempre me he alegrado de su ascenso meteórico. De todos los grupos que iba siguiendo casi sin querer por esta revista, puede que ellos fuesen los que más resonaban por todos lados. Algunos comentarios dentro del horario oficial del B-side se quejaban de la corta duración de sus conciertos porque esas personas iban exclusivamente a verlos a ellos. Y eso ha sido a base de dar hostias al mundo, con la ayuda del talento.
Mirad, yo conozco al vocalista de Viva Suecia muy personalmente. Lo conocía, más bien. Éramos muy amigos y me pasaba horas jugando a su nintendo 64. Al F-Zero 64 que era la puta polla para cuatro jugadores. Luego se ve que me la prestó y aún está en mi casa y a veces la cojo y me acuerdo de él. Pero mi veredicto tras este concierto para Viva Suecia está claro: están donde se merecen. Y ojalá y reclamen su derecho al trono y Second deje de estar en todos lados para que estén en todos lados ellos. Pero ese no es el tema, el tema es otro que puede verse muy relacionado con estar sentado en el césped con una chica con mucha ansiedad porque en este país, si no tienes mente de comercial o currante, si eres artista de vocación, estás muy jodido.
La relación viene precedida de una cuestión que a lo mejor no sabíais: Rafa, cuando no está admitiendo que miente cuando dice que no le hace falta espacio, está sirviendo helados en mi pueblo. Son los mejores de Murcia (pa mí por lo menos). Lo hace a una velocidad atroz. Él ha puesto siete granizados y ocho helados en mismo tiempo en el que su jefe ha cobrado dos euros por una tarrina pequeña, pero bueno. El caso es que lo pienso y me da mucha rabia, y escuchar a Perro insistir en que su abuela es la reina de Inglaterra no ayuda. Desahoga que te cagas, eso sí.
¿Por qué esta chica con estudios, formada y especializada en nuestra puta lengua, no tiene dinero? ¿Por qué Rafa, vocalista de un grupo que no tiene freno, un grupo del que toda la región debería sentirse orgulloso, tiene que estar poniendo helados para sobrevivir? ¿Por qué estamos acomodados mientras vivimos en un país en el que los artistas deben hacer de todo menos ser artistas, si quieren comer?
No es justo, y mientras todo esto pasa, Fuel Fandango está amenizando la noche con flamenco dance, intentando que me relaje sin éxito. A todo esto me voy a cenar, un rollo de estos que te tirabas en la cola una hora y media pero la hostia, qué rollos. Desde aquí mando un saludo a los cocineros. Qué buenos estaban. Los rollos digo. Los cocineros eran muy guapos también, pero eso me rayó porque parecía demasiada casualidad que los cinco pareciesen actores americanos ya maquillados.
Lo de Izal es un poco increíble. A mí Izal me aburre, me raya un poco la cabeza. El efecto que en algunos provocó Perro es el efecto que provocó en mí Izal: bostezos. No digo que su concierto no fuese grande, porque no admitir que se merecen lo que tienen es absurdo si pensamos que, cuando sonó el primer acorde, todos corrieron como locos hacia el centro del espectáculo. Yo escuché atento y esperé un poco impaciente a que lleguase el final. Pero no me llamó la atención, no me convencen, no me ganan. No me emocionan.
Vamos a lo gordo, al apoteosis del B-side. Aquí ya la cosa se ha torcido porque me he venido arriba y me he pedido un mini de esos de ginebra y ya me han dejado salir y me he ido con unos amigos a beber ginebra y luego he vuelto y aún había otro mini de ginebra. Yo no sé si fue el mareo, si fue la emoción, si fue la rabia contenida, si fue la tristeza, si fue el sueño que me dio Izal… pero cuando empezó a sonar “Mi gran noche” y supe lo que eso significaba, se me iluminaron los ojos como a ese niño que se levanta el 6 de Enero y ve que le han traído un regalo con la forma perfectamente reconocible de una Play Station 4 y que al abrirlo encima resulta ser el pack que lleva el Uncharted 4 y el port de The last of us. Eran ellos, porque sabía a caspa de la buena, a mal gusto, a bizarro. Habían arrancado Carlos Areces y Anibal Djs.
Y me relajé, y ya aproveché para bailar. Porque los miembros de Ojete Calor no son solamente dos humoristas pinchando música, son mis héroes de la infancia. Yo idolatraba a Carlos Areces como a una figura paterna que nunca tuve (espero que mi padre no lea esta mierda), y veía a Anibal Gómez como un hijo de puta con la suerte de participar con él y con el resto en tantos sketches. Son más que eso porque son conscientes que poner Mocedades en el B-side es de ser muy casposo, pero también lo son del temazo que es en realidad:
Como una promesa, eres tú, eres tú.
Como una mañana de verano.
Como una sonrisa, eres tú, eres tú.
Así, así, eres tú.
Toda mi esperanza, eres tú, eres tú.
Como lluvia fresca en mis manos
como fuerte brisa, eres tú, eres tú.
Así, así, eres tú.
Eres tú como el agua de mi fuente (algo así eres tú)
Eres tú el fuego de mi hogar
Eres tú como el fuego de mi hoguera
Eres tú el trigo de mi pan.
Esto era un puto temazo antes de ayer y hoy es un puto temazo y cuando tu pobre hijo poeta tenga 34 años y viva en tu casa y vaya al B-side y lo escuche, será un puto temazo. Y con ginebra es como entrar en trance. El súmum. El fuego de mi hoguera. A cada tema, ella abría la boca de par en par y sonreía. Me daba la sensación de que olvidaba todo lo malo del mundo mientras yo acumulaba toda la rabia. Ojalá tuviese el poder de revivir ese estado de ánimo, de absorber su malestar y hacerlo mío. Lo haría cada día y no dejaría ni atisbo. Qué borracho estoy, coño.
Además, nos dejamos la puta garganta gritando a cada uno de los hijos de puta del mundo que están complicando la existencia de personas buenas con un potencial incontrolado, que son MUY HOLOCAUSTO JODER, QUE SON MUY GUERRA CIVIL, Y UN PAR DE COSAS OS VOY A DECIR, DOS PUNTOS: ME CAGO EN VUESTROS MUERTOS, CABRONES DE MIERDA, DEJAD DE PELEAROS Y DE LANZAROS DISCURSOS QUE SOLO ESCUCHÁIS VOSOTROS Y LUCHAD POR UN PAÍS EN EL QUE SE VALORE EL ARTE, LA LITERATURA, LA CIENCIA Y QUE UN CALVO CON GAFAS Y CINCUENTÓN TENGA QUE PELEARSE CON LOS SECURATAS PORQUE NO QUIERE BAJARSE DEL ESCENARIO AUNQUE VENGA UN CIBORG.
Voy a dormir ya, pero os tengo que decir, como dijo ella varias veces muy acertadamente, que este año lo mejor del B-side, fue su B-side.
Me estoy haciendo Viejoven para estas mierdas.
1 Comment
Y te pierdes a Talisco?? Muy mal!
Con Izal me pasa lo mismo…