Alberto Marini (Turin, 1972) comenzó su carrera en el cine como productor, donde alcanzó el éxito con la saga REC, para más tarde dedicarse a su verdadera pasión, escribir guiones. El guionista turinés se ha encargado del libreto de Mientras Duermes (2011), Extinction (2015) y El Desconocido (2015), con la que consiguió una nominación a mejor guión en los Goya 2016. Alberto Marini no se conforma sólo con ser uno de los mejores guionistas de este país y ha dado el salto a la dirección con Summer Camp, que en España podemos disfrutar en la plataforma digital Wuaki.tv desde el pasado 24 de junio.
– ¿Qué fue lo que te motivó a dejar la abogacía para empezar a producir y escribir guiones?
En realidad nunca dejé la abogacía porque nunca ejercí. Estudié Derecho y me licencié con una tesis sobre el derecho audiovisual. Pero a partir de ahí acabó mi aventura “legal”. Todas mis experiencias profesionales han sido en el sector audiovisual, partiendo del lado financiero y de producción hacia progresivamente el lado más creativo. Y lo de escribir guiones es una pasión que siempre tuve, desde antes de estudiar Derecho.
– Ahora has dado el salto a la dirección con Summer Camp. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Lo tengo muy claro. Ha sido la experiencia profesional más enriquecedora y agradecida de mi vida. Me encanta escribir así como me gusta mucho la tarea de productor. Pero dirigir, trabajar en el control creativo de la película de inicio a fin, es algo que va más allá. Nunca olvidaré las cinco semanas de rodaje de Summer Camp.
– ¿Cómo surge la idea de Summer Camp?
Surge de la voluntad de confeccionar una película de terror descarada, sin complejos, fusionando la mitología de las dos criaturas fantásticas que más nos gustan: los infectados (¡que no zombis!) y los hombres lobos. Desde el principio quisimos hacer una película autoconsciente de ser serie B y muy gamberra. Y que me ayudara para entrar en el mercado americano.
– ¿Por qué decidiste rodar la película en inglés y contar con actores en su mayoría amateur?
La película es en inglés porque el mercado americano y latinoamericano era nuestra prioridad. Queríamos que se estrenara en cine allá. Y nuestro socio, Lionsgate, no habría entrado si hubiéramos rodado en castellano.
En cuanto a los actores, el hecho de que aún no sean conocidos aquí, no significa que sean amateur. Diego Boneta ya es más de una estrella naciente en EEUU… con 21 años protagonizó Rock of Ages al lado de Tom Cruise y a partir de ahí todo ha ido para arriba. Jocelin Danahue es un icono ya consagrado del cine horror independiente americano: su papel en La Casa del Diablo es lo que nos animó a pedirle que acudiera a nuestro casting. Maiara Walsh ya tiene una veintena de proyectos entre largos y series y es conocida en el mundo teen americano. Y Andrés Velencoso ya ha demostrado que se toma muy en serio su nueva vida profesional de actor.
– La película tiene algunos puntos en común con el cine de Jaume Balagueró, sobre todo con REC. ¿De qué manera han influido directores con los que has trabajado como Balagueró o Miguel Ángel Vivas a la hora de dirigir tu opera prima?
Summer Camp se asocia a REC por motivos más que obvios: el nombre de Balagueró, los infectados, el equipo técnico y los productores que las dos películas tienen en común. Creo que la infección de Summer Camp se aleja de REC y tuvimos un especial cuidado para que así fuera. Pero sé también que siempre e inevitablemente las dos películas se asociarán. Trabajé en las primeras tres entregas de la saga [REC] y seguramente me ha influido, más de lo que yo pueda ser consciente.
Summer Camp es mi primer largometraje pero he tenido la suerte de poder trabajar y vivir otros muchos rodajes. Y estar al lado de directores como Jaume o Miguel Ángel pero también Paco Plaza, los hermanos Pastor, Daniel de la Torre, Emilio Estévez, etc. ha sido una posibilidad única de aprendizaje. Cada director tiene su propia aproximación a su película y aprender de los aciertos y también de los errores de estos talentos ha sido muy importante.
Creo que aquí una mención aparte debe tener Balagueró que ha estado a mi lado durante todo el proceso, arropando, aconsejando pero también respetando. Ha sido el mejor ángel de la guarda posible. Miguel Ángel no estuvo involucrado oficialmente, pero estuvo allí también con sus consejos en guión y montaje. La rabia y madurez con la que rodó Secuestrados son algo que admiro muchísimo.
Y, ya que estamos, me gustaría agradecer también aquí la ayuda (y tal vez influencia) de gente como Daniel de la Torre, Daniel Benmayor, Víctor García, Manel Vicaria, Luis de la Madrid. Todos han aportado su granito de arena.
– ¿Qué otros directores o películas has tenido como referentes?
Desde la distancia y la humildad… Sam Raimi, Danny Boyle, Chan-wook Park, Fede Álvarez…
– Summer Camp se estrenó el pasado 24 de junio en la plataforma digital Wuaki.tv, dos semanas después de su estreno en cines. ¿Crees que el futuro del cine de bajo presupuesto y más minoritario se encuentra en plataformas de vídeo bajo demanda como Wuaki.tv o Netflix?
No lo sé francamente y no creo que lo discriminante sea lo de ser independiente o de bajo presupuesto. Por ejemplo en cada país nuestra película ha salido de manera muy diferente. Con muchas copias, en plan blockbuster, en países como México o Malasya, donde ha hecho más de 800.000 espectadores en sala; con estrenos medios en Polonia, Turquía, Corea y algunos países de latino América; estreno limitado en USA, con 50 copias y, a distancia de 4 meses, en V.O.D.; en day & date aquí en España; directamente a V.O.D. en Japón.
No sé cuál será el futuro del cine, pero creo que la respuesta está en la flexibilidad y capacidad de adaptación a los distintos territorios y mercados.
– ¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Tienes pensado explorar otros géneros más allá del terror como ya hiciste en El Desconocido?
Como guionista creo que tengo más proyectos en el thriller que en el terror. Y creo que seguirá así, por lo bien que funciona ahora el thriller nacional en nuestro mercado y fuera (y lo mal que funciona actualmente el terror en nuestro mercado). A mi francamente me gusta contar historias y no necesariamente dentro de los límites del género. Eso sí, no me veo en una comedia.
– ¿Cómo viviste el éxito de El Desconocido y la nominación al Goya?
Lo que celebro de El Desconocido es la buena acogida por parte del público. Fue un proyecto que nació para entretener y que la gente en sala respondiese así como se esperaba, pues alivia y es razón de satisfacción. La nominación al Goya es un bonus que me hizo ilusión.
– En la situación tan complicada que atraviesa la industria del cine español en la actualidad, ¿qué mensaje le darías a los jóvenes que quieren dedicarse al cine?
Que afortunadamente el mercado no se limita al país donde vivimos… simplemente hay que estar dispuestos a moverse y a abrirse a otras culturas.
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