Se llama Bistro Bulgaria y está en Camposol. ¿Sabías que hay restaurantes búlgaros en la Región? Seguramente ni conozcas el particular ecosistema guiri de la zona en la que está y si lo conoces, no te habrás adentrado en él. Pues resulta que la urbanización oferta un panorama gastronómico por metro cuadrado mejor que Murcia capital entera. El pequeño e irresistiblemente encantador local llamó mi atención, en un principio, por el tipo de comida que ofertaba y por otro, por una decoración étnicamente impecable.
Prepara tu estómago para las carnes si pasas por el restaurante búlgaro. Si bien necesitarás más que un billete de diez euros para cenar, vas a salir satisfecho si no explotas antes. El grill de Bistro Bulgaria es un festín para los más carnívoros. Pídete el kufte relleno de queso y pepinillos y revienta. Algo exagerado para mi paladar casi alérgico a la sal y demasiado pesado para mi estómago, pero habrá público que quiera ponerse las botas con esta hamburguesa cuyo golpe podría matar. Luego vendrá la dueña, cuya simpatía radiante crece en proporción a la hinchazón del cliente, a preguntar si te has quedado a gusto.
Una gastronomía balcánica residente en Murcia que presume de carnes pero que se le cuela un poco de mar. El menú de Bistro Bulgaria deja entrever algún marisco o pescado, pero no por ello te vas a escapar de la ración de Goliat. También el búlgaro oferta algún plato vegetariano, y aunque no lo seas, no te pierdas el queso blanco, llamado sirene, aunque en el menú no lo ponga como tal (acompañado de pan de ajo, por favor), parecido al feta y con el que ya puedes cenar. Todo envuelto en el sonido de un Sergio Dalma búlgaro, unas velas y unos platillos y manteles que ni en Sofía. Casi les quedó romántico y todo.
Llegar a su cocina búlgara es un poco más difícil si no te mueves por la zona y Google Maps no lo reconoce. Lo más fácil es que os guíes por el mapa de Bing, aquí.
En cuanto a precios, en su Facebook tenéis el menú entero. Juzgad vosotros mismos.
No Comments